En marzo, recuperamos una de las grandes obras maestras del director Akira Kurosawa, basada en una obra de Shakespeare
No es la primera vez que el cine del gran Akira Kurosawa pasa por Phenomena, pero el 7 de marzo será una ocasión especial y es que recuperamos en nuestra pantalla una de las obras maestras del director japonés: Ran. Y tú te estarás preguntando ¿con la de cosas que puedo hacer, porqué debería pasarme más de dos horas y media en una butaca viendo esta película? Pues la respuesta es muy fácil, pero por si una sola razón no te convence, aquí te damos once razones por las que no deberías perderte esta sesión:
Se trata de una nueva copia restaurada en calidad de proyección 4K
Antiguo estudiante de bellas artes, Kurosawa se dedicó a dibujar un preciso storyboard de la película a lo largo de diez años. Sus diseños, creados como pinturas que iban a componer la puesta en escena, ayudaron a que todo el equipo recreara con precisión lo que el cineasta había imaginado, dando a las imágenes un espectacular colorido
El film se llevó el Oscar al mejor diseño de vestuario y le valió al Kurosawa la única nominación al mejor director de toda su carrera. Ran consiguió además nominaciones a mejor fotografía y dirección artística
Para cuidar hasta el último detalle, se confeccionaron a mano más de un centenar de trajes y vestidos, lo que llevó cerca de dos años de trabajo. Kurosawa tuvo que poner dinero de su propio bolsillo para poder cubrir los gastos
El veterano Ishiro Honda, conocido sobre todo por dirigir Godzilla en 1954, ejerció de ayudante del director durante el rodaje
El color, en especial en el vestuario de los personajes, es utilizado de manera simbólica. En Ran nada está dejado al azar y cada caracterización responde a tradiciones y referencias culturales
Ran es una adaptación de la obra El rey Lear, de William Shakespeare, trasladada al Japón medieval del siglo XVI. Para convertirla en largometraje, Kurosawa contó con su guionista de confianza, Hideo Oguni, con quien trabajó en siete películas
Aunque el actor fetiche de Kurosawa era Toshiro Mifune, en esta ocasión contó con Tatsuya Nakadai, al que conoció cuando hacía de extra en Los siete samuráis. Los consejos del cineasta marcaron la carrera de este actor al que dirigió también en Kagemusha
Tras el fracaso de Barbarroja, el director tuvo dificultades para seguir trabajando y tardó años en volver a rodar. Sin embargo, fue en esta época difícil cuando firmó algunos de sus mejores trabajos como Dersu Uzala y Ran. Dos de los responsables de este retorno fueron Francis Ford Coppola y George Lucas, quienes le ayudaron a sacar adelante Kagemusha
El propio Akira Kurosawa se encargó del montaje de la película
John Ford, Ingmar Bergman, Francis Ford Coppola, Quentin Tarantino y George Lucas son algunos de los realizadores que se han declarado admiradores de Akira Kurosawa