Hace ya cincuenta años que dos motoristas rebeldes marcarían el inicio de una nueva etapa en el cine norteamericano, sacudiendo los cimientos de un Hollywood anclado en un encorsetado estilo clásico que ya no representaba a buena parte de su público. Drogas, libertad y música rock hacían de Easy Rider una producción rebelde que mostraba una parte muy diferente del estilo de vida que se mostraba en el cine de aquel momento. Un film que respiraba la rebeldía del espíritu hippy y que se mantiene como un título de culto medio siglo después de su escandaloso estreno.
Dirigida por el actor Dennis Hopper, coprotagonista y coguionista de la historia junto al actor Peter Fonda, Easy Rider muestra el viaje de dos motoristas que acaban de comprar droga para venderla durante las fiestas de carnaval en Nueva Orleans. Su odisea a través del país servirá para conocer a personajes como el abogado interpretado por Jack Nicholson, quien se unirá a ellos para dar rienda suelta a sus adicciones.
Un peculiar rodaje, en el que el guion ni siquiera estaba acabado y por el que corrieron las drogas y el alcohol, que acabó dando como resultado una producción que acabaría recaudando más de cincuenta millones, habiendo costado poco más de 370.000. Un film de culto que celebra su cincuenta aniversario presentado una nueva copia en 4K que se podrá ver el próximo 25 de julio. Entradas ya a la venta en taquilla y web.