Criticada en el momento de su estreno y convertida casi en una pieza de culto que ha ganado adeptos con el paso del tiempo, Watchmen es una de las películas de superhéroes que más han dado que hablar. Zack Snyder, director que ya había impresionado con el llamativo estilo visual de su anterior trabajo 300, a partir de la novela gráfica de Frank Miller sobre la batalla entre espartanos contra los persas, firmó esta adaptación de la novela gráfica de Alan Moore y Dave Gibbons en la que se reunían personajes como el Comediante, Espectro de Seda o Rorschach, famoso por su máscara blanca con manchas oscuras que van cambiando. Tras una época de gloria en la que los ciudadanos los adoraban, estos superhéroes tuvieron que adaptarse a una nueva sociedad que les obligó a colgar los trajes y huir de la opinión pública. Pero todo cambiará cuando uno de ellos sea asesinado.
La fidelidad con la que se quiso reflejar en la pantalla la extensa historia que en los cómics habían abarcado varios volúmenes, unido a un considerable presupuesto, hicieron que el proyecto creara altísimas expectativas antes de llegar a las salas. Fue precisamente esta fidelidad a la novela gráfica la que más polémica generó entre el público, quien atribuyó a su ambicioso guión la falta de ritmo, que trató de solucionarse con diferentes montajes posteriores de la película.
¿Obra maestra incomprendida o adaptación fallida? Lo cierto es que Watchmen es una película que no deja a nadie indiferente y que sigue destacando por sus guiños a la cultura pop, su logrado diseño de producción y secuencias espectaculares. Disfrútala de nuevo en pantalla grande el próximo 13 de enero.
