Roger Murtaugh, un veterano agente de policía que espera poder jubilarse pronto, tiene que aprender a trabajar con su nuevo compañero, Martin Riggs, un policía de métodos muchos más agresivos y descontrolados. Juntos deberán impedir que se lleve a cabo una importante operación de tráfico de drogas.
El film de Richard Donner puso de moda las buddy cop, y abrió una franquicia que ha dado varias secuelas. Esta primera entrega es la menos cómica de las cuatro que se rodaron, ya que su director quiso acentuar sobretodo la acción. Tres de estas películas de la saga fueron dirigidas por el propio Donner, al que Mel Gibson llama cariñosamente tío Dick y con el que comparte su afición por los Tres Chiflados, un sentido del humor que ayudó a crear algunas de las locuras del personaje de Gibson, Martin Riggs. Para el protagonista, el rodaje de ‘Arma letal’ fue todo un regalo después de las dificultades de ‘Mad Max, más allá de la cúpula del trueno’, realizada en 1985, en la que el actor había hecho sus propias escenas de acción sin dobles. Agotado físicamente, y disgustado con los guiones que le llegaban, Gibson se tomó un descanso de un par de años hasta que llegó este proyecto que le permitía, además, trabajar junto a un actor al que admiraba, Danny Glover, al que había descubierto en el western ‘Silverado’.
El jovencísimo Shane Black escribió el guión con solo 22 años, y encajó a la perfección con el cambio de registro que buscaba Donner. A Mel Gibson le atrajo la idea de ser un héroe que cometía errores y, sobre todo, que utilizaba un tipo de acción diferente a lo que era habitual en aquel momento debido a la influencia de títulos como Rambo, ‘Desaparecido en combate’ y similares. El director prefirió ser natural y rodar las luchas físicas con pocos efectos, aunque eso implicara hacer que los actores se pasaran cuatro días para conseguir que el enfrentamiento entre Gibson y Gary Busey fuera creíble. Pero a pesar de todo, la escena más dura para el actor australiano fue el intento de suicidio, en la que pidió que sólo estuviera presente en el set el equipo mínimo necesario, para tener más intimidad y poder improvisar.