En 1870, las aguas del Pacífico se convierten en una zona peligrosa ya que, según cuentan muchos marineros, hay un monstruo oculto que ataca a cualquier barco que trate de navegar por allí. Las autoridades del ejército preparan un buque de guerra para encontrar y destruir a la criatura, pero el barco es derrotado y sus tripulantes acaban siendo rescatados por el misterioso monstruo que, en realidad, se trata de una nave capaz de sumergirse en el mar: el Nautilus.
La aparición del calamar gigante, todo un logro para los efectos especiales de la época que llevaron más de seis semanas de rodaje, y las secuencias bajo el agua, rodadas en Cinemascope, hacen de esta adaptación de la novela de Julio Verne un clásico irresistible del cine de aventuras. La academia de Hollywood premió el esfuerzo con dos Oscar, a la mejor dirección artística y a los mejores efectos especiales. Destacan los decorados creados por Emile Kuri, quien firmaría de nuevo coloridos diseños a otras producciones Disney como Mary Poppins o La bruja novata.
Uno de los títulos más recordados del director Richard Fleischer, responsable de films como Viaje alucinante, Cuando el destino nos alcance o Conan, el destructor.