Un matrimonio fallece en un accidente de coche, pero no quieren abandonar su casa, de manera que viven como fantasmas en el desván. El problema es que la propiedad ha sido vendida a una familia insoportable a la que no consiguen echar, por eso contratan los servicios de Bitelchus, un fantasma especialista en asustar a mortales.
Aunque debutó como director con La gran aventura de Pee Wee, fue su segundo trabajo, Bitelchus, el que consolidó a Tim Burton como cineasta, marcando su sello personal creativo.