Tras la muerte de su cuidador, Gizmo se ve perdido en las calles de Nueva York hasta que es capturado y enviado al laboratorio de un avanzado edificio de última tecnología. Allí se reencuentra con Billy, su antiguo dueño, que trata de llevárselo a casa. Pero en un descuido, la criatura se moja y aparecen otros mogwais dispuestos a sembrar el caos en el edificio.