En pleno ataque de locura conspiratoria, un general norteamericano ordena un ataque aéreo nuclear contra la Unión Soviética. Su ayudante trata de impedir el bombardeo mientras el Presidente de los EE.UU. se pone en contacto con Moscú para convencer al gobierno soviético de que el ataque no es más que un error. Pero según asegura el asesor del Presidente, un antiguo científico nazi, el doctor Strangelove, los soviéticos tienen un arma secreta.
Única incursión de Stanley Kubrick en el género de la comedia, con un grandísimo Peter Sellers que se desdobla en tres personajes: el presidente, el doctor Strangelove y un funcionario militar, todo un reto que le valió al actor una nominación al Oscar.