Blanche está acostumbrada a vivir en el lujo, por eso no parece estar dispuesta a darse cuenta de que su familia se ha arruinado. Ni siquiera afronta la realidad cuando va a Nueva Orleans y se instala con su hermana, Stella, y su maleducado cuñado Stanley, quien no disimula su desagrado ante la recién llegada. Pero el verdadero problema de Blanche es su frágil estabilidad emocional y mental.
Después de pasar tres años dirigiendo la obra de teatro en Broadway, Elia Kazan firmó su adaptación cinematográfica, en la que repetía con buena parte del mismo reparto a excepción de su protagonista, Vivien Leigh. Su papel de la frágil y desequilibrada Blanche, que sufre a manos de su desagradable cuñado Stanley, le valió a la actriz su segundo Oscar.