1985 fue un año clave en la carrera de Daniel Day-Lewis. Ese año protagonizó una miniserie para la BBC, My Brother Jonathan, y al poco tiempo estrenó Una habitación con vistas y Mi hermosa lavandería, dos títulos que le darían un empujón definitivo. El personaje de un ex-skinhead enamorado de un joven de origen paquistaní hizo que el nombre de Daniel Day-Lewis empezara a ser conocido en Estados Unidos, sobre todo por el contraste con el otro personaje de época que interpretaba en el film de James Ivory.