El conde Drácula abandona su castillo de Transilvania para instalarse en Wismar, donde espera conocer a Lucy, la esposa de su contable Jonathan Harker, a la que vio en una fotografía. El vampiro sembrará la muerte en la ciudad para alimentarse de sus víctimas.
Segunda de las aclamadas colaboraciones entre Werner Herzog y Klaus Kinski. Esta nueva versión de la inmortal obra de F. W. Murnau supone uno de los remakes más originales rodados. No tanto por que se desvíe de la historia sino porque Herzog logra adaptar la original a su fuerte estilo visual haciendo que una obra mundialmente conocida parezca nueva y fresca.
Las originales imágenes, unidas a la fascinante música de Popol Vuh consiguen una obra hipnótica donde destacan secuencias como el peregrinaje de Harker al castillo de Drácula, puro Herzog o las múltiples apariciones de las ratas seguidoras del Conde.
Es imposible no mencionar al trio protagonista. Isabelle Adjani, Bruno Ganz y Klaus Kinski, los tres en su mejor momento; creando este último una de sus interpretaciones más contenidas y humanas como Drácula.