Kate acude a un psiquiatra, el doctor Elliott, para que la ayude con su tendencia de seducir a desconocidos. A pesar de seguir la terapia, la mujer acaba yendo al apartamento de un hombre al que acaba de conocer visitando un museo. A la mañana siguiente, Kate es brutalmente asesinada al salir del ascensor. La joven Liz será testigo del crimen.