Agobiados por las prisas para no perder el avión, los padres de Kevin se olvidan del niño al que habían castigado en el desván. Al despertarse, el pequeño ve que se ha quedado solo en casa y aprovecha para hacer todo lo que nunca le han permitido. Pero unos ladrones rondan el barrio en busca de casas vacías por las vacaciones de Navidad.