Al poco tiempo de quedar viudo, Maxim De Winter conoce a una joven tímida y dulce que trabaja cuidando a una anciana. El noviazgo entre ambos es corto y tras la boda, el aristócrata se instala junto a su nueva esposa en la mansión de Manderley. Pero allí la recién llegada descubrirá que la casa está llena de recuerdos de Rebeca, la anterior mujer, y que su fiel ama de llaves no está dispuesta a dejar que la sustituya.