Una carta anónima, enviada al agente Howie de Scotland Yard, le hace investigar el caso de una niña de doce años desaparecida en Summerisle. Al llegar a la isla, el policía se dará cuenta de que es una comunidad muy cerrada y que nadie parece dispuesto a encontrar pistas e incluso niegan haber conocido a la pequeña.
Olvidaos del remake protagonizado por Nicolas Cage, porque no le hacía justicia a la atmósfera malsana y al mal rollo que transmite el film original de The Wicker Man. Un policía es enviado a una pequeña localidad escocesa para investigar la desaparición de una niña. Pero al llegar, la gente del lugar asegura no conocer a la pequeña.
Clara referencia de títulos contemporáneos como Kill List o la reciente Midsommar, The Wicker Man juega con el maravilloso paisaje y la imagen de comunidad idílica bajo la que late el horror de unos siniestros rituales ancestrales.
Christopher Lee estaba dispuesto a rodarla sin cobrar y llegó a pagar promociones y pases para prensa de su propio bolsillo para promocionar la que consideraba su mejor película.