Un héroe enmascarado está limpiando las calles de Gotham. Tras la máscara se esconde el multimillonario Bruce Wayne, que perdió a sus padres durante un atraco cuando era solo un niño. La periodista Vicky Vale investiga la identidad del misterioso hombre murciélago, al que temen todos los criminales, mientras un peligroso villano, el Joker, trata de sembrar el caos en la ciudad.
El personaje del hombre-murciélago nació en 1939 en Detective Comics, conocida como DC Comics, de la mano de Bob Kane y Bill Finger, aunque a menudo se reconoce como autor sólo al primero. En enero de 1966, el personaje se convirtió en una serie de televisión que llegó a tener una versión en formato largometraje. Era cuestión de tiempo que Batman saltara a la gran pantalla con una superproducción a su altura. Sin embargo, los estudios no lo veían claro y los guiones del personaje no dejaban de cambiar. Universal vio demasiado arriesgado el proyecto y acabó en manos de Warner, que vio posibilidades sobre todo en lo que respecta al merchandising que se podía vender tras el estreno.
Tim Burton aportó su sello personal al personaje consiguiendo que el film respirara una estética de cómic oscuro perfecta para su historia. La elección de Keaton como Batman fue polémica al principio, sobre todo teniendo en cuenta que para el papel había sonado nombres como Tom Cruise, Kevin Costner, Bruce Willis, Harrison Ford, Arnold Schwarzenegger o Mel Gibson. Pero el mismísimo Kane, creador del personaje, dio su aprobación al actor y quedó satisfecho con su trabajo, al igual que miles de fans que no tardaron en convertir la película en la más taquillera del año de su estreno. Lucir el traje tampoco fue fácil, ya que al actor le daba sensación de claustrofobia y, además, no podía oir cuando llevaba la máscara puesta.
