En el Japón del siglo XVI, los campesinos de un pequeño pueblo son atacados por una banda de ladrones que les roba continuamente. Hartos de no poder defenderse, van a la ciudad en busca de cualquier mercenario que pueda detener a los bandidos. A pesar de que la recompensa es escasa, poco a poco logran reunir a un grupo de siete samuráis dispuestos a aceptar el trabajo.
Una de las obras maestras del director Akira Kurosawa, quien quiso reflejar la vida de un samurái y sus tradiciones. El film inspiraría el western Los siete magníficos, dirigido por John Sturges en 1960.