El peculiar doctor Herbert West se ha especializado en el estudio de métodos regenerativos y su objetivo es demostrar que puede reanimar a los muertos. Para ello no dudará en experimentar con animales e incluso con su pobre compañero de piso, Dan, y la novia de éste, Megan, que acabarán formando parte del macabro experimento.
Gore desmadrado, con momentos antológicos como la demostración con el gato, para el que se usaron casi 95 litros de sangre falsa. Lejanamente inspirado en un relato de Lovecraft.