Jonathan se ve obligado a huir de la policía cuando le acusan de haber matado al marido de su amante, la actriz Charlotte Inwood, una gran estrella del teatro. Su amiga Eve, convencida de su inocencia, acepta esconderle en su casa y le ayudará a descubrir al verdadero culpable del asesinato que, según Jonathan, es la propia Charlotte.
Alfred Hitchcock jugó con las apariencias en este film de suspense que rompió los esquemas narrativos convencionales por su manera de construir la historia con flashbacks. El director contó con toda una diva del cine, Marlene Dietrich, y contrató a Christian Dior para que diseñara su vestuario.