Tras conseguir liberar con éxito a varios rehenes, atrapados en un ascensor por un criminal que amenazaba con hacerlo explotar, el agente Jack Traven cree que ha conseguido librarse del terrorista. Pero entonces descubre que el hombre ha colocado una bomba en un autobús lleno de pasajeros que estallará si la velocidad del vehículo baja a menos de 80 kilómetros por hora. El secuestrador pone una hora límite para que se le entregue una gran suma de dinero o de lo contrario hará explotar la bomba.
Debut en la dirección del director de fotografía Jan de Bont, colaborador habitual de Paul Verhoeven y responsable de títulos cargados de acción como Twister o Lara Croft Tomb Raider: La cuna de la vida.