Durante los años cuarenta, los tripulantes de un submarino alemán, capitaneados por el teniente Lehmann, reciben la orden de destruir las naves aliadas que se acercan. Su peligrosa misión les llevará a convivir durante semanas en un espacio claustrofóbico donde las condiciones serán cada vez más duras.
El realismo con el que se quiso rodar este épico film bélico, centrado en los tripulantes de un submarino que recibe la orden de acabar con los barcos aliados durante la Segunda Guerra Mundial, hizo que se tuvieran que construir tres modelos a escala para recrear con total detalle las entrañas de la nave y la vida de sus ocupantes. El espacio reducido hizo que la película tuviera que rodarse sin sonido en directo, de manera que se aprovechó la postproducción para añadir unos impecables matices sonoros.