Una actriz obsesionada por meterse en su papel ve cómo su percepción de la realidad se va distorsionando cada vez más, sobre todo al enterarse de que el film que está rodando se trata del remake de una película polaca a la que consideran maldita y que no pudo acabar de rodarse.
El estilo surrealista de David Lynch tuvo una de sus máximas expresiones en este film construido a base de pesadillas e inseguridades de una actriz que se obsesiona por su papel en una película.