Durante la Gran Depresión, Arthur se gana la vida vendiendo partituras musicales. Harto de la rutina y frustrado por su matrimonio, Arthur encuentra la forma de evadirse de la realidad a través de la música y de su relación con una maestra de la que se enamora durante un viaje y a la que ocultará el hecho de que es un hombre casado.
Steve Martin se aleja de la comedia en este musical de trasfondo amargo con espectaculares números musicales. Destaca el baile que se marca Christopher Walken.