Jess y sus amigos se disponen a pasar un día de relax a bordo de un yate, aunque nada más subir a bordo, la joven tiene un mal presentimiento. Una inesperada tormenta hace que el grupo tenga que dejar la embarcación y suba a otro barco que, aparentemente, está desierto. A pesar de que resulta imposible, Jess tiene la sensación de haber estado antes allí.
Una película a reivindicar que, a pesar de su limitada distribución, se ha convertido ya en uno de los films más destacados del terror de los últimos años gracias a un guión que busca darle un giro de tuerca a los lugares comunes del género.