A pesar de no estar demasiado convencida de embarcarse en la aventura, Ann, una joven aspirante a actriz, acepta su primer papel protagonista en un rodaje que la lleva hasta una remota isla en Sumatra. Allí el equipo de la película se cruza con una tribu ancestral que secuestra a Ann para ofrecerla en sacrificio a un gigantesco gorila al que idolatran como si fuera un Dios.