Un grave accidente ha dejado a Allan paralizado. Ahora no puede vivir solo y aunque su madre insiste en contratar a una enfermera que le cuide, Allan prefiere adoptar a una mona que ha sido entrenada para asistir a pacientes en su situación. El problema es que el animal se vuelve cada vez más posesivo y no permite que nadie se acerque demasiado a su dueño.
George A. Romero cambia sus personajes favoritos, los zombis, por una maligna mona. Entre los responsables de los efectos especiales de maquillaje no podían faltar dos veteranos como Tom Savini y Greg Nicotero.