Investigando la extraña muerte de un buceador, Anne descubre que las responsables son un tipo de pirañas como nunca había visto. Se trata de peces con afilados dientes, alas y un apetito insaciable que sembrará el terror en la costa. Sin embargo, lo peor será que las pirañas se acercan justo cuando se está preparando un evento especial en el club de submarinismo.