Billy recibe por Navidad un regalo muy especial. Se trata de una nueva mascota, una criatura de una especie llamada mogwai que su padre ha encontrado en una pequeña tienda oriental y a la que ponen el nombre de Gizmo. Sus nuevo dueño debe seguir tres reglas estrictas para cuidar de Gizmo: no mojarlo, evitar que le toque la luz, ya que ésta podría matarlo, y nunca darle de comer pasada la medianoche. Pero un amigo de Billy moja sin querer al mogwai y de pronto brotan de él media docena más de criaturas mucho más gamberras que el adorable Gizmo.