El representante de una importante marca de refrescos, destinado en Berlín Occidental en plena Guerra Fría, se ha propuesto introducir la marca en la URSS. Pero su jefe tiene otros planes y a pesar de las ideas que ofrece, la única tarea que le encargan es la de cuidar de su alocada hija Scarlett, que llega a Berlín esa misma tarde.
La elección del actor James Cagney, conocido por sus papeles de mafioso y delincuente sin escrúpulos en films como Al rojo vivo, fue el mayor acierto de esta comedia, marcada por sus ágiles diálogos y el famoso ímpetu de Cagney en pantalla.