El rey Arturo y sus caballeros reciben un encargo divino: partir en búsqueda del Santo Grial, para lo cual deberán luchar contra enemigos muy diversos: malignos caballeros rivales, bestias sanguinarias, groseros caballeros franceses fortificando un castillo en Inglaterra, brujas, adivinos mefistofélicos, Scotland Yard, y hasta un conejo asesino y carnívoro.